Una obra que cabalga entre la comedia, el drama y la reflexión de parejas
Por fin es viernes. Elsa ha invitado a cenar a Lucía, antigua compañera de la facultad y a su pareja, Thomas, un dramaturgo en ciernes. Alberto no se acordaba; ya se le ha torcido la noche. Los cuatro amigos se visten con su mejor sonrisa; es viernes y hay que pasarlo bien. A veces solo hay que proponérselo. A veces hay que hablar por hablar. Sin embargo, vino tras vino, y broma tras broma, se van desnudando, a su pesar, en una certera radiografía de las costuras de cada uno. La velada lucha por mantener las formas, como una flor arrancada cuya vida nos empeñamos en alargar. Pero “Viernes” es ese lugar al que los personajes no sabían que iban. Un viaje donde la amistad, el amor y la libertad son cuestionados, y que hará que los viernes no vuelvan a ser iguales.