El Ambigú del Pavón
Un espacio de arquitectura Art Decó que cobra vida con una doble vocación:
- Ser un lugar de encuentro antes y después de las funciones (abierto una hora antes de la función y post-función).
- Ofrecer una programación propia, diferente, enfocada a la música de raíz y al teatro de pequeño formato: Jazz, Copla, Boleros, Flamenco, Música Clásica, Comedia… pasen y vean.
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El Arte del Pavón

Ahora bien, nada estaría pasando en el pasillo sin las dos líneas no paralelas y enfrentadas que se extienden subrayando las paredes como sendos hilos de sombra que se estiran de fin a principio y de principio a fin. Las líneas realizan la leyenda y perfilan la figura que abre al paseante a una vivencia de la extensión y a una vivencia de la duración diferentes. Con esto ya tendrá el paseante un hito donde verse interpelado por otra geometría, la que Nicolai Lobachevski, el príncipe de los geómetras, llamó «;de la imaginación». Como es bien sabido, Lobachevski negó el V postulado de la geometría de Euclides, que es la propia de la ortogonalidad clásica imperante.
El hallazgo de esta geometría no euclidiana tan fértil para la escultura, ha tenido, no obstante, un encuentro inesperado con las artes escénicas. El teatro, en efecto, ha captado la escultura para convertirla en un motivo teatral. Pero esto tiene otros resultados, que no son los que ahora se presentan.
EB 29-9-24
Fotografías: Debla Carbonell

Eros siempre anima el flujo estético y creativo, y así surgió Hatseput amansando el leopardo. Yo entonces no sabía que la imagen de aquella mujer sensual, tocada con tocado Afro, semi ocultando su rostro, herencia del necesario ensombrecimiento de los cultos místicos. Oxu’m y Oyá hijas y ríos de Madre agua, Jemanjá me parecían, pero el lugar no era lo suficientemente sagrado.
De repente vía móvil escuchando Raíces de Europa y a Eva Tobalina, llegó la vida de una diosa semidiosa egipcia que fue ignorada a pesar de sus logros por ser mujer y hombre, reina y faraón. Ya se calmó mi angustia de no saber quien se manifestaba. Ya la cabeza de halcón de mi pincel sabía que cazar, a que dar nombre. Incluso la cabeza azul de Nubia, ahora cogía nombre y calidad, coronada por las alas de la victoria de Samotracia huyendo por la esquina a otro mundo el submarino, y cerrando el descansillo de la escalera, fruto de un desencuentro triste, se asentó. Las escaleras, partiendo de la reina rey, faraón-faraona subían y, sin necesidad de andamio ni de ayudante, el muro a pintar se encaramaba hasta el siguiente descansillo que alberga las oficinas. El espectador subiendo se enfrenta pues con la puerta adintelada que no entró en mi mente. A su derecha un espacio se agrega a la obra que venia del siguiente tramo de la escalera, decidí que la puerta mentada dividida en dos podría ser el punto de encuentro con la obra que vendría del siguiente tramo referido.
Volviendo a la subida de la escalera, se quedó un gato de una prueba anterior, un gato bajando la escalera. Dibujo de Arturo Garrido, ayudante perteneciente a mi colaboración para las impresiones digitales posibles con clorofila digital. Temía yo que las personas por mirar detalles de lo pintado tuvieran un traspiés. Recuperé el ritmo de subida que se acrecentaba con el gato bajando las escaleras. La reina-rey faraón-faraona se prolongaba en escorzo sobre la pared que conformaba la esquina. Enfrentando así al peatón que subía al piso de las oficinas me dio pudor y eche un manto verde sobre los abiertos muslos de mi deseo encendido, para que no tropezara alguien. El brazo que acariciaba al leopardo y el que ocupaba el muro de subida, mas la nube que venia de “la victoria de samotracia“ y se prolongaba pasando la esquina, me pareció un dragón. Y el encuentro formo la trompa de elefante a la que añadí un ojo.
Harto de escalones subí al descansillo. Allí surgió la palmera que obliga a mirar al techo. De allí se descubre el cielo bajo el arco. Atamos una brocha, Liliana Ang y Yo a un palo y trajimos las nubes grises que dejan ver partes de cielo como hacia el Greco al cual miraba yo profusamente en el Prado. De allí vuelta a la esquina sobre el nubio azul de la que con negro forzamos el arranque del arco abovedado, que permite que el cielo se expanda y gane altura sobre la puerta de distinguidos visitantes.
Fotografías: Anya Bartels-Suermondt
Teatro Pavón es parte del proyecto Teatros Verdes Iberdrola, un proyecto conjunto que respalda a 16 teatros madrileños para fortalecer el impacto y visibilidad de la cultura en Madrid, como capital mundial del teatro en español.
Con el apoyo de Iberdrola e ymás, destacamos como un faro de inspiración, que encarna el poder de la unión y el compromiso con el futuro, la sostenibilidad, y la conexión con nuestra comunidad, reafirmando nuestro rol fundamental en el tejido cultural de la ciudad.

El proyecto “Implementación de herramientas y equipamiento para la digitalización y modernización de Teatros Luchana- 2023” ha sido financiado por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, correspondiente a las ayudas públicas para la Modernización de las estructuras de gestión artística en el ámbito de las artes escénicas y de la música correspondiente al año 2022, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, Financiado por la Unión Europea-Next Generation-UE.


Las actividades objeto de subvención en el Teatro Pavón:
- Modernización de los sistemas de iluminación digital en el TEATRO PAVÓN
- Modernización de los sistemas de gestión digital de maquinaria escénica.
Han sido financiadas por la Unión Europea Fondos-Next Generation EU.



TEATROS LUCHANA, S.L. ha contado con el apoyo del Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid para la promoción de las artes escénicas y cinematográficas del Teatro Pavón mediante subvenciones en régimen de concurrencia competitiva destinadas a espacios de formato medio y grande de actividad escénica y salas de exhibición cinematográfica 2024.
